lunes, 13 de diciembre de 2010

"Común denominador": desbarrancando la economía...

líderes bolivarianos, por Ojo d'Oro

Común denominador

Por Francisco J. Balbiani, de Paz en el Campo


¿Se acuerda que cuando éramos estudiantes nos exigían aprender bien la matemática, por ser una ciencia exacta y además una de las materias que ejercitan la razón y la lógica? ¿Recuerda el común denominador? ¿Aquel número entero que es múltiplo común de todos los denominadores de un conjunto de fracciones?
Pues bien, en la vida real se da y con abundancia este fenómeno de los comunes denominadores. En el ámbito rural, por ejemplo, el común denominador de cualquier productor en cualquier parte del mundo es la fe, por que nadie arriesga en esta actividad tan dura si no tiene fe en un resultado.
Para los ideólogos del progresismo este fenómeno es fruto de una superstición, o por lo menos eso pareciera; por eso desde la cúpula de gobierno, donde llegan con sus demagogos cantos de sirena, planifican, ordenan y reglamentan la vida de todo ciudadano. De tal modo que terminan en lo que Raúl Castro acaba de confesar en La Habana según el diario O Estado de Sao Paulo (2º En importancia de Brasil) del 2/ 11/10 La isla “va al precipicio si no aplicamos reformas económicas necesarias, el lado bueno de cometer errores es que uno aprende a no repetirlos” y pidió ayuda a los dirigentes para defender y explicar la situación de deserción laboral de mas de 500 mil empleados estatales, un 10 % del total de la fuerza laboral de isla-estancia de su hermano.
Antes de la publicitada revolución castrista Cuba era la 1º productora de azúcar de América y se autoabastecía de carne vacuna. Hoy, con su aparato productivo desmoronado sin tractores, promueve la cría de bueyes para suplantar la fuerza motriz necesaria para la implementación de las tecnologías modernas: luego de tantas décadas, el retroceso a la edad de piedra es considerado un error del presente.
El común denominador de este manifiesto es la foto (n. de la R.: viñeta) que encabeza esta nota, claro que falta algún representante argentino, ¿cuántos faltan y quienes son?, cada lector podrá deducirlo y elegirlo entre las clases políticas y dirigénciales.
Los cambios económicos necesarios para Cuba y los demás países que se están desbarrancando son obvios. Restauración del principio de propiedad privada, única manera en que los individuos puedan realmente hacer uso de las atribuciones que Dios les dio cuando fueron creados, libres soberano y dueños de si mismos.
Pero ¿a que común denominador nos referimos?
Es conocido por todos que en una sociedad debe haber un gobierno que armonice, haga cumplir las pautas legales aceptadas por todos y mantenga el orden, para poder prosperar como individuos y como nación. Pero cuando el que es elegido para esta misión confunde los roles y se cree con autoridad casi divina, planifica y actúa en consecuencia.
Desde hace unos años en nuestra sociedad se presentan situaciones inexplicables, que desorientan y pretenden cambiar lo que somos por un “hombre nuevo”, una sociedad nueva, sin Dios ni historia, sólo con instintos y enajenación de la libertad individual, ideal de las dictaduras (del proletariado) que lo único que produjeron fue miseria, muerte y genocidio. ¿Acaso puede ser el plan de nuestro ministro de agricultura y el de quien lo sustenta?; ¿por casualidad es el canto de sirena por el cual algún dirigente rural se deja hipnotizar?
Por sus frutos los conoceréis dicen Nuestro Señor.
¿Esperaremos sentados que se repitan los mismos resultados que en otras latitudes sin participar, mientras aguardamos que “alguien nos salve”?

Francisco José Balbiani
24 / 11 / 2010

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